Beneficios del aceite de coco
Por lo general su aromático y penetrante olor es característico en bronceadores, cremas de todo tipo y protectores. Pero resulta que no solo para la cosmética es bueno este fruto sino que ha constituido una fuente nutritiva de carne, jugo, leche y aceite que ha alimentado y nutrido poblaciones de todo el mundo por generaciones.
Pero su aceite es de especial interés porque posee propiedades curativas mucho más allá de cualquier otro aceite dietético y es utilizado extensivamente en la medicina tradicional, considerado por muchas poblaciones la cura para todas las enfermedades.
Es importante que el lector tenga presente que consumir coco y aceite de este es 100% seguro y no tóxico para los humanos. De hecho la FDA lo tiene en su lista de GRAS (Generally Regarded As Safe), que es exclusiva para alimentos que han pasado rigurosas pruebas y tienen un historial de uso seguro que se podría expandir, muchísimo pero el punto es reflexionar sobre el hecho de que el coco, ni su aceite ni la grasa que contiene, causa ningún tipo de enfermedad del corazón. Al contrario, según los estudios, conocimientos ancestrales y evidencia, protege el corazón, estimulan el sistema inmunológico y regula el metabolismo.
Así que a continuación compartimos las instrucciones detalladas, para saber cómo tomar la dosis correcta.
DOSIS ADECUADA
La dosis de aceite de coco recomendada por expertos, para obtener los beneficios de salud que todos mencionan para un adulto es de 3½ cucharadas (50 gramos) al día.
Esta dosis está basada en la cantidad de ácidos grasos de cadena media encontrada en la leche materna humana, que es conocida por ser eficaz en su función de protección y la alimentación del lactante. La misma cantidad de AGCM se puede obtener de 10 oz de leche de coco o 150 gramos de crudo fresco (más o menos medio coco).
¿CUÁNTO TOMAR?
Ciertas poblaciones de islas consumen grandes cantidades de aceite de coco, tanto como 10 cucharadas al día y mantienen una salud excelente. Esto es mucho más de lo recomendado, así que no tiene que preocuparse si consume bastante. Estudios han demostrado que 1 gramo de ácidos grasos de cadena media por cada kilogramo de peso corporal, es seguro. Esto equivale a 5 cucharadas para una persona de 150 libras y 6,5 para una de 200 libras.
Una cucharada de aceite de coco contiene 14 gramos de grasa (13 saturada, 1 insaturada). En el caso que tome demasiado, lo peor que puede pasar es que le afloje los intestinos y tenga que hacer muchos viajes al baño. Como solución, reduzca la dosis y aumente poco a poco para que el cuerpo tenga tiempo a adaptarse.
Si no le gusta beberse el aceite puro por cucharadas, tampoco la leche y no tiene acceso a coco fresco, puede intentar uno de los siguientes métodos:
1 – Utilice el aceite de coco para cocinar.
2 – Mézclelo con aceite de oliva (50-50) y úselo como aderezo para su ensalada.
3 – Úselo en batidos, jugos, con el té o cualquier otra bebida.
4 – También lo venden en suplementos como pastillas.
No importa cómo prefiera el aceite de coco, lo importante es que lo consuma y que principalmente elimine todos los aceites vegetales procesados para cocinar, porque son propensos a oxidación lo que causa radicales libres y conlleva a un sinnúmero de problemas de salud, y use el aceite de coco como sustituto que por su grasa saturada no es propenso a oxidarse a menos que sea calentado a altas temperaturas.
Los aceites hidrogenados son extremadamente dañinos, ya que contienen grasa trans, es una tóxica que se produce en el proceso de hidrogenación.
Para un principiante es recomendable comenzar con una cucharadita (5 ml), si lo tolera, entonces puede beber una cucharada (15 ml). En un par de días (como 4) entonces aumenta a dos cucharadas, más o menos a los diez días, a tres y para ahí. Dependiendo de cómo se sienta y cómo le afecta, entonces decide si quieres subir o bajar.
Si espera ver algún resultado específico, entonces dele tiempo, mucho tiempo antes de rendirse, aunque sea 3-6 meses y recuerde que si tiene una mala alimentación los cambios, tal vez, no sean muy notables.
El aceite de coco puede causar fuertes síntomas de desintoxicación en algunas personas cuando comienzan a utilizarlo, lo mismo que pasa cuando se ayuna. El aceite de coco estimula el sistema inmunológico, lo que causa que el cuerpo elimine toxinas y gérmenes que tenía almacenado. Ahí es donde entran los síntomas de desintoxicación (detox), mientras el cuerpo se cura varios síntomas desagradables pueden ocurrir, ya que se están eliminando toxinas, lo que significa que vuelven a entrar en el flujo sanguíneo antes de ser expulsadas o destruidas.
Algunos de estos síntomas son: picazón, mareo, nausea, dolor de cabeza, malestar estomacal, ansias, diarrea, fatiga, cansancio, sentirse desanimado, mal humor entre otros. Esto no le pasa a todo el mundo y normalmente sólo se siente uno que otro, puede durar unos días o varias semanas dependiendo de qué tantas toxinas tenga en el cuerpo. Esta etapa es normal y se debe dejar continuar hasta que pare de forma natural. Todo aquel que ha hecho un detox ha sentido estos síntomas de una forma u otra.
Recuerde que al aceite de coco no es un alimento mágico y aunque provee una cantidad increíble de beneficios de salud, no lo cura o alivia todo. Ciertas bacterias y virus no son vulnerables a este, miles de condiciones tampoco son afectadas, así que si tiene algo grave, es mejor buscar ayuda profesional.
En adición al aceite de coco, haga cambios a su dieta y estilo de vida para ver los mejores resultados posibles en su salud.
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